Kábbalah fue un bar del Abasto porteño que tuvo una corta vida: un año y 8 meses. Proyectado como un espacio cultural, y luego de haber vivido las restricciones post-cromagnon, nos hemos dedicado durante un año y medio a ser meramente un "lugar de encuentro". Las noches de Kábbalah quedarán en el recuerdo de muchos como algo especial. Este blog intenta continuar con su espíritu, si es que creemos en lo espiritual.

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24/8/07

CULTURA: CLAUSURADA

Sí, sí... ya sé que no está bueno cerrar el bar para alquilarlo, pero estarían buenas tantas cosas...
Es más, estaría bueno dejar de decir "estaría bueno" ya que nos recuerda inevitablemente a que la palabra PRO hoy tiene un nuevo significado.
Las cosas en Buenos Aires están mal, Argentina no va a estar buena por mucho tiempo y eso no es enteramente nuestra culpa. En general, la pagamos los que no la hacemos.
Las consecuencias de Cromagnon son las que hacen que hoy nosotros no podamos tener ni una guitarra en el escenario. Por suerte se han destapado las terribles deficiencias de la burocracia, las fallas del sistema de habilitaciones (que siguen existiendo), la asquerosa corrupción que gobierna nuestra sociedad. Pero se ha barrido la mugre bajo la alfombra: todos los pequeños espacios que son los que sustentan la verdadera actividad cultural de Buenos Aires. Han clausurado miles de lugares que no teníamos nada que ver con Cromagnon: ni en capacidad, ni en facturación, ni en corrupción. "El pez grande se come al chico" me suena en la cabeza, y es obvio que sólo pueden habilitar los que tienen plata o contactos (y hasta ahí...). Nosotros, no somos eso. Los que vienen al bar lo notan. Los músicos que pasaron por Kábbalah saben de qué hablo. La mayoría hoy está sin trabajo, ya que los pequeños lugares casi no existen. Y sino "que toquen en provincia" total allá cualquier cosa está permitida, y si pasa algo que se las arregle el gobierno de ese distrito. Tranquilos, que "en la Ciudad las cosas están en orden", "el cambio es posible" y "ya está bueno Buenos Aires"... ¡POR FAVOR!.
Es lamentable como sólo estamos enterados de esto los que participamos del hecho. Cómo lo único que resuena es la tragedia y NO sus consecuencias. Y eso que Bs.As. está explotando el turismo de una forma masiva. Pero ¿qué turistas puedo traer yo, si no hay ni siquiera un cantor de tango que les demuestre que están en el barrio de Gardel?.
Buenos Aires es contradictorio, demasiado. Hoy fuí al edificio del Plata a buscar el enésimo plano que me piden, y los tipos no tienen ni baño de discapacitados, ni máquinas de preservativos, e incluso la decoración es eléctrica: en todos los pisos hay millones de cables de 220 v. al alcance de la mano. Me pregunto por qué a cualquier comercio lo multarían con más de $10.000 si no cumple con esas reglas. ¿Qué, tienen coronita?. SI. La monarquía, sras. y sres., gobierna nuestra Ciudad, y al que no les guste... LOLA. Total, ellos son los que mandan. "El Rey reina pero no gobierna", está clarísimo.
Así que les digo: NO QUEDA OTRA QUE ALQUILAR EL BAR, mientras no podamos hacer ningún tipo de evento cultural. Porque a mí, las consecuencias de la clausura no me las paga nadie, y si alguno no entendió, EL ESCENARIO ESTÁ CLAUSURADO, hace más de un año.
Los sueños, esperemos que no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

asi las cosas mis queridos. sepan que aunque sea no mas en el plano mas inasible, la mejor de las energias esta de nuestro lado.
los abrazo a la distancia.