¡¡Muy buenas noches, culto personal teatral del Abasto, y bienvenidos, bienvenidas, a una movida más de la Internacional Melancólica, el mejor cabaret poético, político y barato de donde quiera que se presente!!
Me llamo Roger Colom y soy el director, permanentemente interino, de la cosa internacional melancólica. Mi función con este comentario, que las buenas gentes del Bar Cultural Kábbalah me han obligado a escribir, so pena de no pagarme la exhorbitante cantidad de cariño que me deben, es invitarles a ustedes a jugar.
Y el juego consiste en la siguiente burrada: ¿Qué pasaría si los personajes de las obras teatrales que se presentan actualmente en el Abasto se encontrasen y charlaran, conversaran, discutieran sobre el tema que les saliese de los cojones o de cualquier otra modalidad de entrepierna entre las que ya vienen de serie y las que la ciencia médica propone?
La idea, claro, es averiguarlo, en plan juego, en plan buen rollito, en plan aventura mental y actoral. La cuestión es tomarse unas birras y hablar: pero que hable el personaje, no el actor, no la actriz. Que sea el personaje quien sale a explorar el barrio, a tomarse las birras, a ligar, o lo que sea.
No sé si esto será un buen espectáculo. Ni siquiera sé si será un espectáculo. Como director interino del mejor teatro mal hecho del mundo, mi función es proponer experimentos y dejar que el personal, compuesto esta vez por personajes, juegue, disfrute, invente, haga lo que quiera.
Yo haré un poco de maestro de ceremonias, vestido de camarero, con un delantal muy bonito que las buenas gentes de Kábbalah me proporcionarán absolutamente gratis. Interrogaré un poquito a los personajes, para irles dando conversación y poner la cosa en marcha; luego, conforme los personajes vayan hablando entre sí, me iré retirando hasta desaparecer por completo.
No hace falta venir con maquillaje ni vestuario. De hecho, se me ocurre que es mejor venir en plan normal y ropa de calle. Si se quiere traer algún elemento, por considerarlo indispensable, pues vale, adelante, traed lo que queráis.
Me gustaría recalcar que, aunque habrá que improvisar un poquito, para adaptar al personaje a la nueva circunstancia, esto no es un concurso, ni una competición, ni Gran Hermano, ni cualquier otra chorrada por el estilo. Esto es un divertimento para profesionales, para actores que quieren explorar un poquito más a su personaje, poniéndolo en una situación distinta a la de su habitual medio, el escenario.
La movida se hará los jueves en el Kábbalah. Ah, y otra cosa: lo que nos interesa es hacer barrio, así que sólo pueden venir a jugar los personajes que aparezcan en teatros del Abasto , ¿vale?
Para empeorar las cosas con vuestras preguntas y ruegos, podéis escribirme a rogercolom@buenosairesideal.com ó a kabbalah.bar.cultural@gmail.com . También podéis ir al Kábbalah y hablarlo con David y Lucila. Están en Guardia Vieja 3460.
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